BUENOS AIRES (de nuestro enviado especial).- La derecha de Martin Murray voló sin escalas hacia la cabeza de "Maravilla". Pum. El campeón en la lona. Miles de personas, unidas por el silencio sepulcral bajo la lluvia, empezaron a pensar que el título cambiaba de manos. Y así debió haber ocurrido. Pero no. El mundo del boxeo está regido por principios que se abrazan al negocio y meten las más elementales reglas del deporte bajo la alfombra. Por eso el jurado vio ganar al quilmeño Sergio Martínez por un triple 115-112. Era exactamente al revés.
Fue la pelea soñada por Murray. Hizo todo lo necesario, pero estaba claro que sólo con un nocaut podía despojar a "Maravilla" del título pesado del CMB. De local, con la cancha de Vélez copada por su gente, y a la cabeza de un negocio que no podía fallar, Martínez era prácticamente invencible. Por más que haya caído en el octavo round y de que el inglés haya dominado táctica y estratégicamente el combate.
Se hablará mucho de la deficiente preparación del quilmeño, de la lesión que sufre en una rodilla, de otros inconvenientes físicos. La realidad es que Martínez nunca encontró la distancia ni el camino para vulnerar a Murray. Intentó mostrarse distendido, suelto, pero esa velocidad no se tradujo al momento de sacar las manos. Todo lo contrario del rival, capaz de mantener la calma en los primeros asaltos y de inclinar la balanza con la precisión de sus golpes y la solidez de su defensa.
La caída marcó un punto sin retorno para "Maravilla". Ya venía quejándose de las mañas de Murray y lo ganó el nerviosismo. Se desconcertó, mientras Murray acumulaba puntos con certera frialdad. El público empujó a Martínez y lo llevó a ganar el último asalto. Una golondrina que de ninguna manera hizo verano.
Después, cuando Michael Buffer anunció que "Maravilla" había conservado la corona, fue el tiempo de un mensaje que nada tiene que ver con el boxeo. Murray levantó los brazos y se marchó asaltado del ring. Martínez no se dio mucho margen para celebrar. Lógico. Es la clase de triunfos que empaña más de lo que ilumina.
Los datos
Sergio Martínez (72,200 kilos) retuvo el título mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en su primera defensa. Quedó con un récord de 51-2-2 (28 KO). Martin Murray (72,400) perdió la condición de invicto y su foja es ahora de 25-1-1 (11 KO).
El árbitro fue Massimo Barrovecchio (Italia), y los jurados, Nicolás Hidalgo (Venezuela), Rey Danseco (Filipinas) y Alejandro Rochia (México). Los tres fallaron 115-112 para Martínez.
Estadio: Vélez Sarsfield. Público: 40.000 espectadores. LA GACETA